Mis lágrimas se estrellan
contra el limpiaparabrisas
en esta noche de oscuridad
en la baldía carretera maldita,
que quebró mi espíritu
me arrancó el corazón
y mi última existencia,
herencia de tus mentiras.
La autopista sin retorno
sin una señal de bienvenida
sin descanso, sin guía,
camino inminente
al infierno de tu ausencia
y al triunfo de tu nueva vida,
y sin una lágrima tardía
al final, cercano de la mía.
fotografía de Jean Jacques André
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