Torcidos surcos etéreos
gravitan desvalidos en la calma erguida
mientras un repicar de campanas estalla en tumba sorda.
Es el tañido que me arrastra, me deslumbra, me enajena,
y de pronto, me convierte en:
Ese gigante de cristal que huele a irreverencia,
insumiso a su condición de polvo y barro.
En corona de cartón
que ostenta encarnar a un dios
bebiendo copas de ambrosía en olimpos prestados,
vistiendo harapos de gala sin lavar su cuerpo.
En la encumbrada yedra que trepa en edificios subterráneos,
enjaulada en su afán por alcanzar los imposibles vuelos
del águila disecada.
En héroe de leyenda, tímpano sombrío,
bastón de mando, cantar de gesta, en lazarillo ciego.
En producto imperecedero
embelesado en espejos de malvadas madrastras.
En profeta del pretérito,
en fábula sin moral ni moraleja,
en el sonido del silencio ajeno.
Una esquina, unos versos, unos acordes de guitarra al compás de las luces de neón. Aceras, adoquines, kilómetros de asfalto y carretera. Las botas gastadas aprietan mucho más que antaño y el cuero de la cartera no huele igual que antes. Camisetas blancas de tirantes, arpegios con cuerdas de metal y el sudor de las paredes de un local más que se agita entre copas de vino y vasos de cerveza. La banda de los corazones solitarios hace tiempo que está de gira, dicen que pronto volverá por aquí, mientras la poesía intenta doblar los renglones torcidos de una realidad que se mueve demasiado deprisa. Vasos cortos de licorprohibido que baja por la garganta y macera en las tripas, una tarjeta de visita amarillenta con las esquinas gastadas, hemos llamado a tu puerta, hoy estás de suerte.
Después de su vigésimo aniversario 2004/2024, Absenta Poetas, continúa en la acción directa, combinando las ediciones de su revista con los recitales y conciertos. Vuelven años de pisar el mármol de los bares, pubs, salas, bibliotecas y librerías, la tierra sin techo que se viste al aire libre y las habitaciones de los poetas y músicos que siguen dando vida a este viaje con forma de proyecto de largo recorrido. Más de 17.000 ejemplares sueltos, que vuelan sin retorno, como testigos agradecidos de esta andadura que sigue mirando al futuro, para daros las gracias a todas y a todos los que apoyáis este compromiso. Velas, incienso, dos monedas para los caídos y un brindis para tod@s vosotr@s... Absenta Poetas, seguimos...
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