¿Dónde están aquellas noches de hace años?
Perdidas en el tiempo de un instante,
al abrigo del son de mar.
El húmedo y cálido sabor de tu saliva,
clandestino placer que me hacía sentir humano,
bendito como maná cubriendo un suelo estéril,
libre flotaba en mareas de gente disoluta:
"amanece que no es poco".
Con la niebla en los ojos, sobre el pelo,
entre los dientes.
Colecciono miradas a deshora,
me atraviesan, me sentencian
se apoyan y me abandonan.
Buscando un oasis aislado del mundo,
del todo, de todos.
Buscando calidez y complicidad,
sumergido en el oscuro laberinto de mis sábanas,
revolviéndome entre ellas.
Apoyado en una almohada vacía, pensando lastimado,
porque fue entonces cuando volví la vista atrás,
porque fue entonces cuando te eché de menos.
fotografía original de Jan Saudek
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