FELIZ 2012 a todos
RECITAL POÉTICO de JUANJO GALÍNDEZ + CHOLO (Lazy)
Versos de Damián Bohemio
SUSPENDIDO RECITAL DE JUANJO GALINDEZ
INUTILIDAD de Carlos Sirvent
PARÍS BENDITA de Juanjo Galíndez
LA TEMPESTAD de Alen Kerish
EDITORIAL del NÚMERO 9
Descargaba las pequeñas jaulas una por una ayudado por otro operario, que al contrario que él no dejaba de hablar ni un momento, cualquier tema le valía para tirar del hilo. La imagen no era muy agradable; cajas cuadradas de plástico en las que se apretaban los conejos aún vivos que conscientes de su destino maldito no paraban de emitir chillidos agudos que crispaban aún más el ambiente de trabajo. La cinta transportadora conducía aquellos recipientes hasta una enorme trituradora donde se volcaban dejando caer a los animales. Los quejidos y el olor de los conejos se mezclaba con el sonido de los huesos rompiéndose al pasar bajo los rodillos de metal y con el fuerte hedor de la masa resultante. Aquello le deprimía demasiado, tanto que había acabado por aislarle del resto, se sentía como un verdugo.
Todas las mañanas eran iguales para él. Se levantaba a las 6:45 con la sintonía de Radio Nacional, no dejaba descansar los músculos ni un minuto más. Después de dibujarse con cafeína una mueca parecida a una sonrisa de pie en la cocina pasaba al cuarto de baño. Entonces procedía a su disciplina fija y metódica de aseo; ducha con agua muy caliente y afeitado en seco con maquinilla eléctrica. Seguido salía por la puerta y bajaba a la calle siempre por las escaleras, se metía en su camión y conducía tranquilo hasta el criadero. Una vez allí dejaba el vehículo cargando mientras apuraba otro café solo en el bar a la vez que leía la prensa en silencio. De vuelta en la carretera completaba la faena llevando la mercancía hasta el matadero. Pero aquel día en concreto en el que cumplía tres años en la empresa decidió tomarse un respiro, un cambio en su rutina. Empezó por cambiar el café por brandy para sentirse atrevido. Ayudó él mismo a cargar la mercancía soportando los gritos de los animales. Condujo media hora dando vueltas sin saber muy bien adónde ir, hasta que finalmente optó por la playa. Entró marcha atrás hasta la misma arena, abrió las puertas traseras y no paró hasta liberar a todos los conejos de sus jaulas. Se sentó en una duna, estaba satisfecho, veía a los bichos dar pasos inseguros en todas las direcciones ante la mirada aterrada de los curiosos. En un momento todos los animales decidieron correr hasta la orilla convirtiéndose en escasos minutos en una inmensa marea de color parda, hasta que sin remedio fueron desapareciendo de la superficie precipitándose uno a uno hasta el fondo. En un primer instante vio frustrada su oportunidad de redención, se mostró serio y extrañado, pero aquel gesto apenas duró un par de minutos. Finalmente comprendió que ellos mismos por primera vez fueron dueños de su destino final. Entonces fue cuando allí sentado con los pies descalzos comenzó a reírse a pulmón mientras los demás no dejaban de mirarle, no podían entender, no comprendían su lectura, él mismo igual que los conejos se sentía uno más de la manada, un humano por primera vez en años, capaz de sentir y reír.
El Padrino
PRESENTACIÓN DEL Nº 9 DE ABSENTA POETAS
JUEVES 10 DE NOVIEMBRE, SALA BLACK BIRD c/Vista alegra 13, bajo. Santander, España.
AL MINERO de Ángel Gomez del Pozo
cuando la blanca luz de la costumbre
desertó sin previo aviso y de repente
para llevarse tu cándida inocencia.
Descendiste a la cueva del olvido,
desafiaste al domicilio de la muerte,
mientras el regio sol de los de fuera,
en boca de una mina quedó anclado y dolorido
velando tu regreso cada tarde.
Tus brazos quebrantaron mil montañas
en diurnas noches sin estrellas,
sin aullidos de lobo en luna llena.
Esquivaste la tragedia muchas veces,
lloraste al compañero sepultado,
pero aún les restaron fuerzas
a tus nublados pulmones
para exaltar el rigor y la dureza
y cantar radiante al cielo:
“Yo, yo soy minero”.
DELEGADA DE IMAGINACIÓN de Alejandro Rebollo
La noche entre los cristales del escaparate.
Un viento corriente se cuela en el sabor de tu boca
amargo como la tierra,
dulce como la luna.
Un verso de tus ojos vino a mi diapasón.
y así perdidos entre las sombras de la ciudad,
empecé a escribir palabra tras palabra.
Los bares despertaban nuestros pies al ritmo del rompeolas,
“ojala aquella chica me mire al pasar.”
Y mientras, tumbados en los rincones,
me di cuenta de que su pelo se mecía en mis manos,
como el tacto de la lluvia sobre el desierto.
Luego de regreso a casa,
el sol se llevó cada uno de los sentimientos
con la primera luz del alba.
Y yo borracho mientras sacaba las llaves,
me preguntaba si tu mala memoria,
recordaría mi nombre.
ODIO LAS CIUDADES DE CARECEN DE PIEDAD de Oscar Domínguez
que se levantan serias
con ese sabor metálico de la discordia
y los ojos enrojecidos de los lunes.
Un poeta escribe del mañana
con el hoy suspendido
en un punto y aparte
sin más reglas que la imaginación
y la realidad reprimida en los labios.
Las calles son a veces desiertos y otras selvas.
Hay sueños de cristal orgánico
y besos que rompen mi columna en dos
con la piel reflejada en el espejo
de los rencorosos.
Odio a las ciudades que carecen de piedad,
que te miran altivas desde sus tejados
como gigantes que se hacen pasar por molinos,
como la voz del lobo
en la piel del cordero
sonriendo por un agravio comparativo.
Busco laberintos sin nombres mitológicos.
Porque siempre la realidad supera la ficción
y no todos los héroes
son de Marvel o temen la Criptonita.
Un poeta escribe del pasado
creyendo en el futuro
con los ojos abiertos,
con tu risa clavada en mi verano
y el amor pendiente para septiembre.
BRINDEMOS de Mikel Lado Peña
que lleno de luz, un día, tanta oscuridad.
Que nos hizo recordar
como hacer pequeños barquitos y aviones de papel
que cruzaban con nuestras peticiones el mar,
los desiertos, las torturas, las alambradas
los barrotes de la injusticia y la impunidad.
Brindemos por quienes encendieron la primera vela,
a la que siguieron, afortunadamente, muchas más
que iluminan a los olvidados del derecho de ser humanos
y a los que perecieron por ellos, y no vamos a olvidar.
A los que necesitan palabras de aliento y esperanza
y estan sedientos de justicia e imparcialidad,
a los que están sentados sobre el poder
y ningún tribunal toca su sagrada impunidad.
A todos ellos llegara la pequeña llama viva
que entre las alambradas, nunca dejara de llevar,
las palabras que iluminen la tenebrosa noche
hasta que las luces de día y la razón vuelvan a brotar.
La vela no arde por nosotros, no, recordad
arde por todos aquellos
a los que no conseguimos salvar.
RECITAL DE JUANJO GALÍNDEZ
CONFESIONARIO II -FINISTERRE de Marianella Ferrero
Con un trozo de pan bastaba
Con un limpio vaso de agua
Pero te empeñaste en tenerlo todo
Ya no hay excusas ahora ni milagros
el trigo se ha secado,
el río está violeta de sangre,
y nada es lo mismo que nada
……………….hilvanaba palabras para no morirse de frío
GRUPO SALVAJE de Juanjo Galíndez
una mañana más
que la realidad se viste desnuda.
Los sentimientos siguen colándose
afluentes al viejo cauce
de mis deseos más sedientos...
Anoche olvidé quién bebía,
colmando mis comisuras
de Southern Confort.
Hemos llegado a la ciudad
más encorsetada al este del Pas, nena.
Compréndelo, había que pasar el trago
como fuera…
No tenemos prisa,
Tranki, alguien que empuña un colt con el mismo
pulso con que tú lees la prensa,
esculpe balas que no silban, acarician
el viento acordando vida entre sus cuerdas,
frente a frente en la calle polvorienta.
Stanich, fija su mirada en un
As de picas, no huele el peligro,
dejó Pucela
por varios líos de faldas,
deshonró algunas doncellas,
virgos con las costuras deshilachadas
y huesos hechos añicos entre sus suelas.
Jadris, descendió un cañón sombrío
repitiendo que somos historias mal contadas,
por eso siempre gira
apuntando al cielo.
No existe calibre
que viaje con la muerte,
tan sólo almas pasajeras.
Valva, un haz de luz
derritiendo nieve alta.
Comprende los detalles
que dibujan el camino,
refresca un mustang pinto
que cabalga en su paleta.
En Caravana Moriarty
Alex, the kid, prepara los caballos,
Javi, el padrino, coge las riendas.
Al anochecer alimentan el fuego
de guitarra y banjo.
Entre postas sueñan
con bailarinas desnudas en burdeles malditos
moviendo las caderas.
Cruzaremos la Peña
desde el otro Lado,
los indios siempre acechan.
Suerte que Mikel conoce el espíritu
de esta tierra, aprendió
con los Navajos,
siguiendo el sendero escarpado
hasta la frontera.
Cuando Robert Edward Lee
y otros confederados se rindieron,
Kerish se ocultó en Liérganes,
entre las tetas,
ahora es el más buscado,
él mismo pone precio a su cabeza.
A esa vida de forajido le debe
la pasión por las cumbres frondosas,
el manejo del machete y
el ansia por calar la bayoneta…
Como podéis observar,
no podemos brindar por vuestra calma
ni podéis descuidar vuestras mujeres
ni dejar abiertas vuestras puertas.
Os faltan clavos y tablas
para aseguraos el futuro…
No somos tan apocalípticos,
no disfrutamos con la crisis, pero llegamos con ella.
Os proponemos un trato, aunque
seamos “El Grupo Salvaje”, más despiadados
que un político en campaña
apurando el cuento de la lechera…
Nuestras armas son la música, los poemas,
disfrutad con nosotros…
Que comience la fiesta!!!!
ODIO A LAS CIUDADES QUE CARECEN DE PIEDAD de Oscar Domínguez
que se levantan serias
con ese sabor metálico de la discordia
y los ojos enrojecidos de los lunes.
Un poeta escribe del mañana
con el hoy suspendido
en un punto y aparte
sin más reglas que la imaginación
y la realidad reprimida en los labios.
Las calles son a veces desiertos y otras selvas.
Hay sueños de cristal orgánico
y besos que rompen mi columna en dos
con la piel reflejada en el espejo
de los rencorosos.
Odio a las ciudades que carecen de piedad,
que te miran altivas desde sus tejados
como gigantes que se hacen pasar por molinos,
como la voz del lobo
en la piel del cordero
sonriendo por un agravio comparativo.
Busco laberintos sin nombres mitológicos.
Porque siempre la realidad supera la ficción
y no todos los héroes
son de Marvel o temen la Criptonita.
Un poeta escribe del pasado
creyendo en el futuro
con los ojos abiertos,
con tu risa clavada en mi verano
y el amor pendiente para septiembre.
Recital de ALEN KERISH
HISTORIAS de Raúl Ruiz Gómez
son los cuentos mas fríos,
en días de abril o mayo
(…o cualquier otro me vale…)
Son fingidos y con 6 rombos.
Uno para cada día,
dejando el domingo de asueto.
Río al leer la primera palabra:
“Érase”,
pues ya no es, y lo afirmo.
Y, aun así, sigo leyendo
más palabras con sabor a vino de Oporto.
Dulce sabor etílico.
Y aunque no lo crea,
y me cueste creerme…
borracho de mí, me enredé entre sus líneas.
De patria me engañó la patraña
de bandera fingida.
De princesas y de enanos,
sin convenio colectivo
y hacinados en un bosque.
De lobos y de cerdos.
Sin peligro de extinción,…
Ni días de la matanza.
De cuentos sobre IPC’s
ni guerras justificadas.
Sobre bancos y sobre intereses.
De brujas y de políticos.
Cuentos para infelices.
¡Qué felices historias de faustas coartadas!
Gracias señores cuentistas.
Mientras me bajan la paga.
Mientras me cuentan mentiras,
seguiré leyéndoles… y dándoles las gracias.
LA ETERNIDAD ME PERSIGUE de Gimena Angeriz Ferrero
La eternidad me persigue
A veces pienso si no combatiera al silencio,
estaría muerta.
A veces solo siento que si no sintiera fingiendo
Sería feliz,
Con mi oscuridad y mis destierros
Mis sombras que abundan en la madrugada
Convirtiendo la noche en desvelo.
A veces no pienso y tan solo siento
Y es cuando mi alma desgarra mi cuerpo
Desgastado apretado
Tan constante, siempre resistiendo.
Las luces me invaden
El día aborrezco siempre que siga siendo
Tan rutinario como efímero
tan vacío y tan denso.
Escrupulosos sujetos
Nada saben de vida
Y mucho menos de muerte.
COMO NAVEGANTES DE SUEÑOS de Nicolás corraliza
hacia la frescura de la verdad,
hacia el calor de la ternura.
ciudad sin nombre
que tú y yo bautizaremos
con agua de sueños,
de sudor trabajado.
Tiempo de retirada
y de sálvese quién pueda.
Nos apartaremos de esta decadencia vulgar
que no levantará el vuelo jamás.
Somos arena de desierto,
estrellas de un firmamento por descubrir
y no necesitamos nada,
sólo encaminar nuestros pasos
hacia la luz verdadera,
esa que brilla en los ojos de los sabios.
Sin palabras, sin hablar por hablar
a merced del viento
“Como navegantes de sueños”.
PRIMAVERA DE POESÍA 2011
LA CAMPANA EN EL 12TH ROUND de Oscar Domínguez
“Me enseñó que un poema es un acuario
con peces de verdad y agua inventada.”
Benjamín Prado
Tras el leve naranja de los atardeceres,
tras el espejo de tus gafas de sol,
tras el viento convertido en amante de las hojas,
allí se esconden los versos, como esos peces
de verdad nadando en agua inventada,
como nubes reales sobre un cielo plastificado.
Te dije: –No sé esconderme más que en la penumbra
que hay en tus ojos
como un ladrón que busca las esquinassombrías al abrigo de la noche.
Y tú me dijiste: –Hoy he aparecido
solo para decirte que te quierocomo esa sombra sobre un colchón vacío
como la visita inesperada
en una fiesta sin disfraz.
Tras la luz encendida
en el cuarto de un niño asustado,
tras la mitad del doble que esperamos,
tras la duda que existe
cuando no puedes mirarme a los ojos,
allí aparecen mis poemas, como el sonido
de la campana en el último round,
como el cuerpo cuyo destino es besar
tus labios en lugar de la lona.
ESTIBAR de Javier Perales
Estibar la carga y echar a volar,
consumir el aliento con prisa,
secundar la voz que no llega,
sentir florecer la duda
explotando en el interior.
La realidad venida a menos
acomplejada, compungida
sujeta por el yugo invisible,
recogida en los brazos,
en las manos del exilio
rendida por las leyes del azar.
Memoria que escuece en los ojos
mueve páginas de papel cuché,
se cae el lustre de las paredes,
el polvo de las fachadas
y el envoltorio de celofán
abre brechas en travesaños.
CABALLOS SALVAJES de Alejandro Rebollo
Hiciste trizas el poder acercarme a ti,
me da miedo decir que te necesito,
y sin embargo no sé si quiero necesitarte.
Tú te despediste en aquella esquina,
y me quede solo sin saber adónde ir o qué hacer.
Un cruce de calles maldito por el silencio,
bocas calladas, pieles mudas.
Ella en su rutina de partir y viajar me recordó
que los finales desesperan al firmamento.
Y yo aquí sentado, mirando las gaviotas del mar,
regresé a un viaje por el rail de mi pasado
y me encontré caballos salvajes galopando por la playa.
Cuando me miro me doy cuenta que soy uno de ellos
atrapado en una prisión de la que no sé escapar.
Editorial de ABSENTA POETAS Nº8
Luce igual que el primer día, los mismos bancos de madera barnizados, impolutos, en los que nadie se ha molestado en escribir su nombre, tampoco mensajes o fechas señaladas. Las fuentes secas con los platos oxidados por falta de uso, los árboles que siempre pierden las hojas antes de tiempo son los únicos incapaces de abandonar este sitio. Se molestaron, se esmeraron, lo construyeron en medio de la nada, todo bien estudiado, a la vieja usanza, punto y línea recta, adoquines de diseño francés. Ordenaron cortar el césped regularmente, pero ni siquiera los niños se acercan a mullir sus pies en él. No hay huellas recientes de visitantes a las que seguir el rastro hasta encontrar una historia real que merezca la pena, el sacrificio. De noche las farolas iluminan todo el recinto sin complejos, a pleno rendimiento, sin miedo de molestar a alguna pareja entretenida. Lo intentaron todo, pero la plata que llena los bolsillos no consigue colmar de encanto un lugar sin alma, huérfano, no puede abrigarlo con fantasmas ni presencias de antiguas vivencias. El nuevo parque se ve lustrado como unos zapatos de escaparate, atractivos pero sin la comodidad que da el buen uso del calzado hecho a la propia calza, la comodidad del cuero viejo, de la piel dada de sí, flexible. Lo rodearon de un centro comercial, de una gasolinera y hasta de un hotel de lujo, todos espacios de paso, muchos miraban pero nadie se paraba.
En cambio, yo, envuelto por los destellos mortecinos del ocaso, sentado donde siempre, solitario pensando, intento pasar el rato lejos del bullicio del fútbol, de la calma rutinaria de las misas y otras liturgias. Diluyo el espejismo frente a mis ojos otro domingo contracorriente, atrás quedaron luces y fuegos de artificio, salidas a hombros y tardes de pañuelos blancos. El instinto tirándome de la manga, tu silueta como en una pantalla tatuada, estática, presente, yo atrapado, perezoso, ausente. Quieto observo con la mirada puesta en la vieja fábrica de piezas de acero gris, tan duras y pesadas como el corazón de los tiranos. Tan contundentes como el plomo que lleva los sedales del pescador hasta el fondo en busca de nuevas capturas. El fuego de las chimeneas que en vano intenta calentar las torres húmedas también de metal. Las llamas rojas pasan a convertirse en humo esponjoso, que se eleva acompañado por el vuelo acrobático de los estorninos en medio de nubes polvorientas que anuncian el paso del azul al gris en esta estación otoñal. Intento no aproximarme demasiado rápido al invierno, mientras la ciudad va relajando la respiración hasta mantener un pulso lento y acorde como el compás de un vals, haciendo viajar a estos versos en vagones de cola hasta otra noche. Pienso en José Hierro viendo desfilar por mi memoria fotografías arrugadas en color sepia, iluminadas por tu insultante belleza juvenil. Escucho las historias que me cuentan las agujas del reloj que con su susurro armónico visten mi desnudez con relatos surrealistas. Narraciones épicas de personajes de charol que cubren el vacío de los baños de soledad en el exilio de tu abandono… no se me ocurre un lugar mejor para echarte de menos.
El Padrino
Fotografía: Mikel Lado Peña
Recital POÉTICO-MUSICAL por Juanjo Galíndez & Sesi Mier
Versos de Alen Kerish
excepto del honor"
(Persecución mortal)
Se preguntó El Padrino:
-¿Por qué Pacino es tan bueno?-
Me respondió Il Consiglieri:
-El amor es para los valientes
más que para los amantes-
Y, por fin, comprendí
que amar es morir
como Carlito Brigante,
atrapado por su pasado.
II
Moriré al verte,
moriré al recordarte,
moriré en los lugares
que compartimos.
Mi muerte será
la prueba viviente
de mi amor eterno.
Un amor tan intenso
que no disipa el tiempo.
Aunque jamás nos reencontremos,
aunque todo, hoy, ya queda lejos,
te pienso, te echo de menos.
PRESENTACIÓN del número 8 de ABSENTA POETAS
Os esperamos el proximo miercoles día 13 de abril a las 21:30 en la presentación del octavo número de nuestra revista. Repartiremos revistas en primicia (es gratuita recuerdo), habra música y poesía en directo y pasaremos una divertida velada, nos vemos en el BLACK BIRD !!!.
SED DE MEMORIA de Mikel Lado Peña
pues tan solo soy un loco
que no recuerda su destino,
escondido bajo las zarzas
de una cuneta del camino.
No anhelen fusilarme
pues sería gastar balas y tiempo,
comprendan, que ya estoy muerto
desde el día en que mis versos
fueron borrados sin remedio.
No disfruten de su victoria,
pues el tiempo siempre nos lleva
a recordar que la marea del destino
suele volver por el mismo camino,
y hoy eres rey, mañana mendigo,
ayer dabas caza
y hoy eres el proscrito.
No se supongan que ganaron
sólo se apuntaron mas féretros,
el gatillo de sus pistolas fue rápido
y nuestros cadáveres, muy lentos,
y entre las raíces de este verde olivo
junto al que descansamos
escondido testimonio de ello, aún os damos.
La historia, demasiadas veces
da victorias, pero no convence,
la memoria desenterrada del olvido
es nuestra batalla pendiente.
FOTOGRAMAS BORROSOS (de una noche con el Grupo Salvaje)
POCA LUZ de Dori Campos
Contra el cuerpo me levanto,
quemo el nido del pájaro dormido.
Tapo las flores con plomo de ropa
y vuelvo a vagar por las noches
en el tuyo,
juntamos un placer extrañado
que sale de sí mismo,
y no te digo lo cansados que están
los labios de sacar palabras
como palas de tierra,
que no hay sol suficiente
para tatarear lo dulce en las mañanas
de puertas giratorias.
GRUPO SALVAJE (Con Absenta como trago largo)
La Música de Jadris & los Lios, Ángel Stanich, Tranki & los Palos de Blues, la pintura (en directo) de Valvaluz Lezcano y El trago Largo de Absenta con el grupo CARAVANA MORIARTY y los poemas de Juanjo Galíndez, Alen Kerish, Mikel Lado Peña y Javier Perales. No os lo perdaís.
JUEVES 10 DE MARZO 19:30 ESPACIO JOVEN Cuesta del Hospital 10, SANTANDER.
ENTRADA 3 EUROS
UN SONETO A DON QUIJOTE de Ángel Gomez del Pozo
En ti exhibió Cervantes su sapiencia,
caballero de la triste figura,
que hallaste la grandeza y la aventura
con Sancho y Rocinante en convivencia.
Fue Dulcinea tu imborrable ausencia,
los libros de ficción y su lectura
la causa de tu andanza y tu locura,
de tus sueños heróicos e imprudencia.
Entre ventas, posadas y molinos
hiciste de La Mancha tu morada,
de tu lanza, el auxilio al indefenso.
Deambulaste por ásperos caminos
rendido ante tu mente enajenada
y exhausto de vagar un mundo inmenso.
EL DOLOR DE YA NO SER De Marianella Ferrero
línea paralela que parte y reparte.
Quebrados los azules.
Poco cielo se ve desde lo oscuro
y el infinito suena a eterno.
¿Será el túnel de Alicia
la cálida madriguera
que nos lleva a ninguna parte?
Apretujados y ciegos
caemos sin escape.
Vamos por la dosis perfecta
que nos engrandezca el alma.
Cómo saber dónde, cuándo, cuánto
si lo suficiente ni se mide ni se pesa.
Corremos detrás del conejo
del reloj sin agujas,
del destartalado mecanismo
-vida y muerteespejismo
sutil que mide nuestros actos.
Mientras atravesamos llenos de pánico
con los bolsillos llenos de monedas falsas
este mundo como único posible escenario.
ABSENTA en los SUNDAY IN THE NEST ....OPEN MIC....
ACÚSTICA VOZ DE INTERIOR de José Manuel Sanrodri
Existe una moralidad después del eco
adaptada a las hojas escurridas de otoño
y en esa calma pelean los emigrados anhelos;
hay una seca razón de tristeza
entre grietas de silencios,
que cuidan de cerrar las persianas;
hay pedazos de gargantas descubiertas en las calles
dejadas por el color perdido y complejo
enfermas, de excesivos corajes.
¡Descubrí!, arquetipos de mujeres confundidas
que aprisionaban la criatura
desde el borde de su juicio de sol,
confiar que el círculo disipado
desnuda al dardo descalzo de orgullo
y éste, se agota en su frustración de cicatrices
en el despiece de palabras inexactas
donde las bestias no se adaptan al abismo;
-porque el eco no existe desde el interiorel
eco se destierra en la soledad disfrazada
de esa silueta del yo solitario en una voz
que viaja, por extraños atajos equivocados.
VERSOS de Cierto Pablo: A los poetas de Absenta
y vuestras campanillas,
con vuestros cinceles
y vuestras utopías,
sembrando poemas
semilla a semilla;
en vuestros corazones
escondeis una niña,
una niña escondida
y el palpitar de la brisa,
que amanece en vuestras voces
roncas y sencillas,
declamando por la ciudad
poemas desinspirados en alcantarillas,
alcohol, humo de bar
y olor a cerillas.
Lloran sin llorar
y cantan sin cantar
acupunturas de la metrópolis visceral,
llagas anónimas
que vuelven a sangrar
por silvestres onomatopeyas
y versos sin cocinar.
Poetas de las moscas
y del huracán,
malditos románticos de la luna negra
y de la ubre solar,
que perdidos en la palabra
sin querer escapar
se revuelcan entre risas
en el barrizal
de sus afiladas salivas
y del polvo industrial.
Poetas que untan
el papel de fumar
en el semen
de la estrellada idea fugaz,
esnifando su estela
hasta vomitar
la puta musa de cemento y alquitrán.
VIENTOS DE BERLÍN de César Zabala
derramas ráfagas de libertad,
torre de la victoria Humanidad.
Sociedad multicultural,
punkys de abundante variedad,
artistas callejeros a ritmo de graffiti y guitarra.
Okupas de almacén industrial,
distritos nocturnos de rock-Metal,
es un sinfín acabar.
Historia y popularidad,
de Pérgamo a Alexander Platz,
de la violencia a la tolerancia,
del muro de la opresión,
a vicios y subidón.
Berlinés sentir,
cerveza en la mano llevo,
viajo en el metro, cruzo sin tráfico en bus,
dejo libre al tranvía y bicicleteros.
Reciclando casco y lata,
euros me dan en chatarra.
PRIVADA DANZA DE MÚSICA de José Manuel Sanrodri
se resignan a escuchar el vértigo vacío de la música,
donde los violines de las chicharras descifran el silencio
y el frágil pentagrama interpreta irrespirables notas
para que dance una muñequita con ojos de goma
que pernocta en el interior, de un joyero en madera rota.
Al hervir en el aire la vigilia de una melodía metálica,
los dedos de mis pies se apuntalan en el torpe zapateo
de secas polifonías, no se escucha el vinilo arcaico de burbujas,
y mis piernas, son remplazadas por los resortes de bisagras
de las que cierran y abren en el agua de ese cuerpo mío;
la música rescinde y la polichinela en el último giro se desarma.