Nº 1, de Alen Kerish



En este mar inmenso
cuando me ahogo en mis recuerdos,
tus besos me dan oxígeno
para seguir viviendo.

Cuando el sol calienta y me quemo
en las llamas de este infierno,
tu sonrisa me da aliento
para resistir al tiempo.

Cuando el frío me abotarga
en lo más profundo del invierno,
tus abrazos arropan
este corazón eterno.

Cuando la noche lúgubre cae
y de tu ausencia siento miedo,
tu dulce voz alumbra
la oscuridad de este tormento.

Cuando el viento golpea
los cimientos de mis sentimientos,
tu Amor me da la fuerza de Atlas
para aguantar los cielos.

Cuando mis fantasmas perturban
la paz de este cementerio,
lamento que todo haya acabado
y apuro el último verso
de este epitafio.

"Es duro acostumbrarse a
ver cadáveres en las
esquinas de las sonrisas"
J. Galíndez

1 comentario:

  1. Solo es vida....
    Cuando estas tu.
    En tu ausencia
    no hay segundos
    no hay sonidos
    nada es.

    ResponderEliminar