Versos (I) de MARIANELLA FERRERO


Y soy yo y eres vos
y somos ambos
y te arranco la camiseta de un tirón
y me empujas alzada en vilo
y te muerdo la oreja
y me acaricias el pezón
y se escuchan los ladridos de los perros
y los coches que pasan
y la vida que huye,
inevitablemente
saca filo a su navaja
y sos vos y soy yo
y es este nuestro hoy y ahora
nuestro mañana incierto
y te clavo los dedos en las nalgas
y me disparas tu abrazo de metralla
y somos.

DAFNE RESCATADA de ANTONIO ZAPATA


¡Oh, flor!,
que al amor te cierras marchitada,
deja
que mis dedos
toquen tus pétalos,
que habiten húmedos tu umbral reseco.

Abrete de nuevo,
¡oh, flor!,
que aún muestras lozanía,
entrégate a la piel que va creciendo hacia
tu cáliz,
inmensa y tibia
para llenar el vacío
de tus perdidos años

BRILLANTE SONIDO de JUANJO GALÍNDEZ

Tenemos el aliento justo
para jadear nuestros cuerpos,
vamos a entendernos sin palabras
con el rigor de un asesino suave.

Ojos entreabiertos, miradas convexas,
piel palpitante, piel tensa,
chocando para ser tú,
para atravesarte,
para introducirme en ti.

Jazz de cálidas texturas,
pequeñas detonaciones
y afán por lubricidad salvaje.

Somos el instrumento,
yo el tuyo y tú el mío,
rompiéndonos tambores
al frente de la primera línea.

Melódicas sordinas,
brillante sonido
perdido en este mundo
que se convirtió en música al encontrarte

381 de ALEN KERISH


Esa mujer angelical
de piel blanca nuclear
y generosos senos.

De ella siempre sospeché
que esos pechos
debían tener
los pezones tan sonrosados
como sus mejillas.

Por suerte
un buen día lo descubrí
y atónito
sólo puede decir:
MA-MA.

ERES de MIIKEL LADO PEÑA


Eres,
dulce de leche y labios ardientes
condenados a vagar por la piel del alma
de un viejo árbol decadente.

Geometría de triángulos prohibidos
y curvas de desvario, que exprimen la savia
de deseos salvajes ininterrumpidos.

Eres,
pequeño tapiz de arte surrealista
sobre un muro de pasión encarnada y lascivia
donde la inspiración atraviesa al artista.

Joven, decana, puta y doncella
destino de manos hábidas de deleitarse de ti
en un espejo sin pudor, de virgen desvestida.

Eres,
contenida alegría de senos y posaderas
vivaz rubia equilibrista del arte sobre un jergón eterno
de amantes presurosos que disuelve la vida.

Eres, pero eres siempre tú.

CAPUCCINO de JAVIER PERALES


El color negro de sus rizos
contraste prendiendo el rosa de su cuello
caído hasta la espalda,
donde me asomaba por encima
hasta poder ver su trasero erguido,
la talla cuarenta era una frontera inalcanzable
que no me importaba imaginar,
e Ella tampoco,
jugábamos a completar un crisol particular,
el esperma pálido sobre su piel,
el color vivo de su sexo,
blanco y negro cascada discurriendo por su pelo,
capuccino entre sus nalgas
escurrido en su ropa interior,
descargando una estampida de sabor en su boca,
explosión de sudor en las sábanas
hasta empañar los cristales
cómplices de lo que ocurría en el interior,
aún me acuerdo de aquello