EL CAZADOR DE LOS SUEÑOS, de Isidro R. Ayestarán


Correr, volar,
alcanzar la cumbre de los sueños,
alzarse sobre la cúspide de los soberbios,
evadirse de artificios sin sentido,
llegar a lo profundo de tu corazón…

Colocar una manta al muerto de frío,
ser el remo de los que los reman
en busca de un paraíso,

Llegar a ti, ser uno en dos cuerpos,
ser el espíritu que lo envuelva todo
en esta noche oscura,
alumbrarlo todo con la intensidad
de un abrazo, de un beso, de un guiño,
de una mano tendida,

de esos nervios antes del impacto final,
de caras de sorpresa al abrir
el baúl de la ilusión,
al sentir en tu mirada,
al percibir en tu gesto,
un sueño hecho realidad…

Mirarte, entenderte, sonreírte,
estar contigo sin palabras,
darte de comer si fuera preciso,
arrancar con mis manos del suelo
el agua que sacie tu escasa luz,
fundirme en un abrazo, sonreír a tu lado,
ser niño desde mi párvula madurez,
emocionarme contigo por las mismas cosas,
ser tú… ser tú…

¿Qué me llaman ingenuo?
¿Qué se ríen de mí?
¿Qué los gobiernos se carcajean ante centros
de mierda con traje, corbata y maletín?

Estoy por encima de ellos,
de sus carencias absolutas,
de su inmisericordia…
Y es que yo, simplemente,
soy el cazador de los sueños.

1 comentario:

  1. http://www.youtube.com/watch?v=EKRDqM2JOnw&feature=related

    lo vi y me acordé de vosotros, absentos bukowskianos...
    saúde!

    ResponderEliminar