"El patriotismo es la virtud
de los depravados"
(O. Wilde)
El conflicto estaba en tregua
y el día acompañó.
La Esperanza despertaba,
se frotó los ojos,
se lavó la cara
e incrédula sonrió.
Una risa permanente
que a todos despertó.
Habíamos soñado
con ello, y estaba ahí
al alcance de los dedos.
Treinta años aguantando,
agarrando un clavo ardiendo
y quemándonos las manos.
Ya es hora de estar tranquilo,
es la hora del descanso
persistente, para siempre.
Hora de abrazar la vida
y desterrar a la Muerte.
Hermoso!
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