EXPIRA HASTA UNA LAGRIMA, de María Ferreiro


Cuelga ágil el vacío
y enrosca su cola
en los posos del suspiro
rendido, que agota
el seco cuerpo y su alivio,
partiendo gota a gota,
desde la cabeza sin auspicio
ni unos ojos que sollozan,
sin que inmuten los rasguños
en la calcada sombra,
donde un lunar en auxilio
en medio se ahoga;
donde todo se ha unido
y distinguir nada toca;
en que la luz ha fundido
su distinguida nota.

Sin matiz, salvo el lucido
semblante de la congoja.

3 comentarios:

  1. Cuando ya no queda nada, ni lagrimas tan siquiera...
    Buena poesía, trabajada en sus palabras.

    Un saludo.

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  2. "Sin matiz, salvo el lucido
    semblante de la congoja." Excelente!!!!!!!

    Saludos

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  3. Sin el sonrojo de los licores
    ni la miel de mil amores
    sopla al viento los temores
    de gentiles y señores.

    un besito.

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