RASCA LA CÁSCARA de MARIANELLA FERRERO


Semilla plantada en tierra esteril
encapsulada de esperar la luz, prieta y aspera
asi se siente la espera dramática de los dias.

Los dias que se hacen rectos caminos repetidos
los caminos recorridos tienen fin?

La especie humana amnésica y viral
conforma un conglomerado de rostros lívidos
una masa deforme de ojos de ciclope perdido.

Épocas de mala magia para las almas libres
cementerio de pantallas en pozos de basura.

Asi lucimos las desgracias,
como escapularios redentores
y buscamos la salvación en nuestro interno corazón.

Pero es tiempo de caminar y correr con el corazón en la
mano
sacarlo a ventilar para que sane al aire libre.

Rascar la cáscara,
rascar la cáscara.

Me imagino la utopia como una fila de corazones ardiendo
una manifestación de vísceras palpitando a cielo abierto.
Delgado hilo entre la cordura y la osadía de estar loca.

El espanto de la realidad mercantil,
La sonrisa mueca de mis semejantes ateridos.

La espada victoriosa que sigue en la diestra del siniestro.

Rascar la cáscara,
rascar la cascara.

Aparecerá la herida derramando tu dolor
y la recogemos en megas para ejercer la supremacia
mareadas de post que compartimos
como si llegara el abrazo digital a tu lágrima viva.

Y el miedo, el coraje de sentirlo, el placer de repartirlo
como quien reparte flores de Baudelaire.

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