M, de Mikel Lado



Raíz luminosa de unos ojos
que no escuchan, no hablan,
ni tan siquiera parpadean
tan sólo se te llevan
de lo más profundo del alma
el inútil anhelo
de dejar de ser
un yonqui de tu mirada.
fotografía original de Isidro R. Ayestarán

2 comentarios:

  1. y a veces matan mas y mas hondo que cualquier otra droga...

    saludos

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  2. benditas sean las drogas que dan a nuestra turbia existencia lucided en dosis de engaño

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